
Princesa Inka
Princesa Inka es una colección de joyería contemporánea realizada en fieltro de lana de oveja merino, bordada a mano con cuentas, hilos metálicos y perlas. Las piezas se inspiran en la iconografía de diversas culturas precolombinas del Perú, especialmente la Inka, Moche y Lambayeque, donde la figura femenina ocupó un lugar central en las estructuras de poder.
En el Tahuantinsuyo, el gobierno se organizaba de forma dual: por cada autoridad masculina existía una contraparte femenina. La Coya —esposa del Inka— tenía funciones religiosas, económicas y simbólicas de alto rango. También existieron mujeres sacerdotisas, tejedoras rituales, organizadoras de recursos, guardianas del sol y de la fertilidad.
La colección toma elementos de esa tradición visual —la langosta, el sol, la serpiente, el sapo, la araña— presentes en cerámicas, tejidos y metales. Cada pieza reinterpreta estos símbolos desde una mirada contemporánea, sin reconstruir, pero reconociendo su fuerza original.
Las piezas fueron fotografiadas sobre el cuerpo de una mujer mayor, en un entorno íntimo. Esa elección resalta la continuidad entre pasado y presente, entre linaje ancestral y cuerpo cotidiano.
Lo ceremonial convive con lo doméstico.
Lo simbólico, con el gesto mínimo.
Princesa Inka plantea una lectura sobre el poder femenino andino que no se ha perdido: solo ha cambiado de forma.
Princesa Inka
Princesa Inka is a contemporary jewelry collection made from hand-embroidered merino wool felt, using beads, metallic threads and pearls. The pieces are inspired by the iconography of various pre-Columbian cultures of Peru — especially Inka, Moche, and Lambayeque — where female figures played central roles in political, spiritual, and symbolic structures.
In the Inka Empire (Tahuantinsuyo), governance was based on duality: for every male authority, there was a female counterpart. The Coya — wife of the Inka — held significant religious and economic power. Women also served as priestesses, ritual weavers, guardians of the sun, and mediators of fertility and community wealth.
The collection draws from this legacy, referencing recurring symbols found in ceramics, textiles and metalwork: the lobster, the sun, the serpent, the toad, the spider. These elements are not replicated, but reimagined through contemporary textile forms.
The pieces are shown worn by an elderly woman in a domestic space. That setting bridges the distance between the ceremonial and the everyday, the ancestral and the current body.
Princesa Inka proposes a reflection on Andean female power — not as something lost, but as something that has simply taken on a new form.